Un asunto tenebroso
De Un asunto tenebroso suele decirse que fue la primera novela policíaca del mundo, rigurosamente coetánea a la otra pieza fundacional del género, Los asesinatos de la calle Morgue, de Poe. Pero la obra de Balzac tiene una amplitud mucho mayor: la ficción invade la Historia para servirse de ella, pero también para explicarla, y el enigma llega luego a adquirir secretas resonancias casi inconfesables.
En esta original novela policíaca no faltan, como suele exigirse en este tipo de narraciones, los villanos y las víctimas. Pero en ella no encontramos detective, ni tampoco justiciero de ninguna clase; nadie descubre la verdad; nadie puede usarla para salvar a los inocentes. El mal queda impune, invencido, en la oscuridad, como protagonista triunfante de la historia; el mal sin paliativos que Balzac contempla cara a cara, como fascinado, y que crea este asunto verdaderamente tenebroso.