Recuerdos durmientes
Este es el primer libro que Patrick Modiano publica tras ganar el Premio Nobel, y supone una nueva vuelta de tuerca a su magnético universo literario. Una narración breve, insinuante, ambigua, hecha de pinceladas y silencios, sobre lo que pervive en la memoria y lo que queda en el olvido.
París, años sesenta. Un chico solitario mantiene una serie de encuentros sucesivos y a veces fugaces con seis mujeres enigmáticas: Mireille Ourousov, Geneviève Dallame, Madeleine Péraud, Madame Hubersen, Martine Hayward y una joven cuyo nombre no llegamos a conocer. Algunas de ellas son viejas conocidas que han aparecido en otros libros del autor.
El escenario, como tantas veces en la obra de Modiano, vuelve a ser un París entre la realidad, la memoria y el ensueño, cuyas calles se convierten en itinerarios de un mapa mental. Aparecen hoteles, cafés y apartamentos, la afición al espiritismo, ciertas lecturas que dejan huella y también un cadáver y una huida. Porque una de esas mujeres ha matado a un hombre, parece que de forma accidental. A algunas de ellas el joven protagonista las reencontrará años después: a una la verá llevando de la mano a un niño, su hijo; otra reaparecerá con una cicatriz atravesándole la frente...
Todos estos encuentros y reencuentros son evocados, cincuenta años más tarde, por el hombre maduro en el que se ha convertido ese joven, por el narrador que convoca el huidizo pasado y a seis mujeres envueltas en el misterio que en mayor o menor medida le marcaron para el resto de su vida.
«Recuerdos durmientes es una última búsqueda para remendar una historia personal rota» (Claire Devarrieux, Libération).
«Un libro de vagabundeos y de encuentros por un París lánguido. Todas esas mujeres son como una encarnación de Eurídice» (Elisabeth Philippe, France Culture).
«Nos arrastra con su amor por París y sus lugares recónditos, con su arte consumado para seducirnos» (Pierrette Epsztein, La Cause littéraire).
«Modiano vuelve a convocar sus recuerdos soterrados y los convierte en materia de sus sueños» (Nathalie Crom, Télérama).
«Una narración ensoñada, nocturna y muy modianesca» (Olivier Mony, Livres Hebdo).
«Bajo la apariencia de liviandad es un vertiginoso entramado de correspondencias. Un teatro de sombras del pasado» (Eléonore Sulser, Le Temps).
«Se mantiene fiel a sí mismo en un texto más subyugante que nunca. Recuerdos durmientes es la condensación de todos los textos del autor» (Nelly Kaprièlian, Les Inrockuptibles).
«Su texto más íntimo. El maestro de la fuga nos presenta los retratos de varias mujeres misteriosas» (Marianne Payot, L'Express).
«Tres años después del Nobel, el escritor regresa a los sortilegios de la memoria con una novela de aprendizaje» (Jean-Louis Ezine, Le Magazine littéraire).
«Con indicios apenas sugeridos, con una sensualidad entre líneas: Modiano en estado de gracia» (Gilles Chenaille, Marie Claire).
«Envolvente» (Raphaëlle Leyris, Le Monde).