Discurso del método / Meditaciones metafísicas / Reglas para la dirección del espíritu / Principios de la filosofía

La pasión de saber, indiferente a todo afán de bienes externos, el irresistible impulso de autoformación, la lucha contra todo engaño de sí mismo, la exaltación de la vida puramente intelectual y la plena austeridad de la verdad íntima: he ahí la esencia de su personalidad.

Una noche del año de 1619, tuvo, como él mismo lo relata, la primera intuición de su método. La primera obra que compuso gracias al nuevo hallazgo fueron las Reglas para la dirección del espíritu (1628), sólo publicadas, por cierto, después de su muerte. En 1637 publica su Discurso del Método, que no era otra cosa que un preámbulo a tres ensayos de carácter científico, a saber, la Dioptrica, los Meteoros y la Geometría. Las Meditaciones metafísicas aparecen en 1641, con el nombre de Meditaciones acerca de la primera filosofía en la cual se prueba la existencia de Dios y la inmortalidad del alma, junto con las Objeciones que se le habían hecho (pues las dio a conocer con anterioridad a un grupo de filósofos y teólogos) y las Respuestas del propio Descartes. Los Principios de la Filosofía (una imagen in nuce de todo su sistema, con intención didáctica) fueron publicados en 1644.