Psicopatología de la vida cotidiana

La elección del tema aparte de lo provechoso, tiene la ventaja de que partiendo de lo puramente cotidiano, de lo transitorio y anecdótico de la vida, está acompañado de un lenguaje accesible al lector, cualquiera que sea su nivel intelectual. Esta es una de las grandes virtualidades de Sigmund Freud, uno de los grandes apóstoles del psicoanálisis, cuya mediación ha sido imprescindible en la formulación de las modernas teorías que hoy se conocen.

El presente título nos conduce a través de aquellas situaciones en que nos vemos inmersos y para las que aparentemente no hay una respuesta clara. ¿Cuáles son esas situaciones? Los olvidos injustificados que nos impiden ajustarnos a una disciplina productiva o mínimamente normal, la borrosidad de los recuerdos que en su momento fueron decisivos, las equivocaciones que nos llevan muchas veces a desviar el justo contenido de la verdad, las torpezas de carácter físico que tantas veces provoca la hilaridad ajena, etc. Freud nos explica con abundante lujo de detalles y a través de la experiencia humana, los fenómenos que inciden en lo que se conoce científicamente como actos fallidos y nos propone al mismo tiempo un método de aproximación al problema, como primer paso para entrar en su posterior solución. Como en toda teoría, el científico austríaco no hace más que proponer un camino que, en cualquier caso, tiene la enorme virtud de su claridad. Es muy probable, por otra parte, que no todos los mecanismos explicativos sean suficientes para alcanzar una implantación psicológica idónea, pero bien se sabe que en la detección del síntoma se encuentra la solución médica. Valdría la pena recordar que no todos los impulsos fallidos tienen un origen único, lo que permite al lector una interpretación abierta y pedagógica, susceptible de enriquecer a través de su propia experiencia humana.