Perspectivas del Mont Blanc

(co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría), (co-autoría)
Editorial: Alba
Año: 2008
Páginas: 186
ISBN: 9788484284048
Sección: Literatura
En este momento no tenemos ejemplares disponibles

La ascensión al Mont Blanc, la montaña más alta de Europa, fue coronada por primera vez el 8 de agosto de 1786 por el guía de montaña Jacques Balmat, quien, guiado por el orgullo de la proeza, creía además que entre sus glaciares podría encontrar oro. Desde entonces ha sido un reto para alpinistas de todas partes del mundo, y motivo de admiración para viajeros y poetas, pero en fecha tan temprana como 1606 ya nos consta que era capaz de despertar fascinación y de inspirar a los hombres, diminutos en su presencia, certeras reflexiones sobre la condición humana.

Perspectivas del Mont Blanc reúne veinticuatro textos que desde ese momento hasta 1987 combinan la experiencia de alpinistas, científicos, etnólogos, geógrafos y hombres de letras. Se halla aquí representada la visión nostálgica y romántica de Rousseau, la emoción estética de Goethe en una noche estrellada, el canto de Victor Hugo al hombre capaz de dominar la naturaleza física», el hartazgo y escepticismo de Chateaubriand o el encuentro de Dumas con Balmat, junto con los experimentos sobre el color del cielo de H. B. de Saussure, fundador del alpinismo, los consejos sobre escalada de Edward Whymper o las observaciones de Elisée Reclus sobre el cretinismo endémico en la zona, sin olvidar las aportaciones modernas de conocidos exploradores como Samivel o Gaston Rébuffat.

 

Había llegado allí donde nadie había puesto los pies todavía, ni siquiera un águila ni una gamuza; había llegado solo, sin más auxilio que el de mi fuerza y mi voluntad; todo cuanto me ro deaba parecía pertenecerme; era el rey del Mont Blanc, era la estatua de ese inmenso pedestal. ¡Ah!

JACQUES BALMAT, primer escalador del Mont Blanc, según su relato a ALEXANDRE DUMAS