Un Dios cotidiano
Un Dios cotidiano es un testimonio de prácticas educativas en los colegios religiosos argentinos durante la primera mitad del siglo XX. Viñas preconiza una concepción de Dios que logre despegarse del peso de la tradición, para dialogar efectivamente con las realidades humanas. Lo hace asumiendo la voz y la mirada de un joven religioso que hace su experiencia como maestro en el trayecto formativo que lo conduce hacia el sacerdocio. Contradiciendo los principios del mensaje evangélico y de una pedagogía preventiva basada en la razón, la religión y el amor, la institución exhibe un clima de sospecha y temor que se alimenta de la vigilancia, la violencia y del castigo.
La novela fue, desde su publicación, una obra perturbadora en el sistema literario argentino. Con la experiencia socio-política del peronismo clásico apenas a su espalda, Viñas optó por ubicar su historia en la década del treinta y asociarla, en lo político, con la guerra en España, y en lo ideológico, con el antisemitismo.