Niño bien y otros cuentos
En este volumen Ricardo Piglia ha seleccionado algunos de los mejores relatos de Scott Fitzgerald, representativos del mejor momento de su producción: la selección va desde Primero de mayo (1920), donde se encuentra ya la visión pesimista y en lenguaje a la vez realista y lírico que caracteriza su producción, hasta Babilonia vuelta a visitar (1930) considerado por muchos su relato más perfecto, e incluye Absolución (1924) que Fitzgerald había concebido como prólogo a El grąn Gatsby y que debe ser leído como un sorprendente complemento al mundo de esa novela y Niño bien (1925) que es sin duda el relato que mejor sintetiza el mundo y las virtudes de Scott Fitzgerald. Por eso, no es casual que Lionel Trilling recordara que la más significativa y la más popular de las muchas anécdotas que han ayudado a construir la leyenda de Scott Fitzgerald se refiera a este relato.
"Según la anécdota (anota Trilling) Fitzgerald le dijo una vez a Hemingway: Los ricos son diferentes a nosotros. Si, contesto Hemigway, tienen más dinero.
La anécdota muestra hasta que punto Fitzgerald (a diferencia de Hemingway) era un novelista nato. Porque la novela tomó su impulso y se desarrolló a partir de la recesión profunda que la estructura social sufrió en el siglo XVIII, y el novelista debe conservar siempre su sentido de las diferencias sociales y debe ser absorbido por ellas, aunque las desprecie, como hizo Fitzgerald.
De todos modos esta conversación nunca tuvo lugar. Hemingawy la inventó para su relato Las nieves del Kilimanjaro. En realidad la observación que Hemingway le atribuye a Fitzgerald es una frase de Niño bien, ese brillante estudio sobre el dinero y las particularidades y el carácter de la clase alta norteamericana.
Por mi parte (concluía Trilling) pienso que por ese sólo relato y por esa sola observación que en un sentido condensa toda su obra Scott Fitzgerald debe haber sido recibido por Balzac en el paraíso de los grandes novelistas".