La revolución rusa
“La Revolución Rusa constituye el acontecimiento más importante de la guerra mundial. Su estallido, su radicalismo sin precedentes, su continuidad, representan el más rotundo desmentido al argumento con el que la socialdemocracia alemana oficial trató de alimentar ideológicamente la campaña de conquistas del imperialismo nacional: la consigna de que a las bayonetas alemanas les estaba asignada la misión de abatir al zarismo ruso y liberar a sus pueblos oprimidos.” Así comienza la legendaria teórica del comunismo Rosa Luxemburgo este ensayo escrito en 1918 y que quedará inconcluso con su asesinato, un año después. Con una lucidez tan heroica como teórica, Luxemburgo realiza en estas páginas una radiografía política de la Revolución y también un diagnóstico. Protagonista y a la vez testigo de los hechos va tomando nota de sus causas, sus razones y también de su posible futuro. De un modo didáctico y valiente, la autora va detallando las diversas etapas y objetivos, sus desvíos, los nombres clave y la repercusión profunda que la Revolución tendría sobre la configuración de las clases sociales. Un texto fundamental para comprender el devenir político, económico y social del siglo XX.
ROSA LUXEMBURGO
(Zamosc, Imperio ruso, 1870 – Berlín, Alemania, 1919)
Conocida como Rosa Luxemburgo entre los hablantes españoles, fue una revolucionaria y teórica del socialismo alemán, marxista de origen judío. Estudió Derecho durante su exilio en Suiza, donde se unió a la dirección del joven Partido Socialdemócrata Polaco. Militó activamente en el Partido Socialdemócrata de Alemania hasta que, en 1914, se opuso radicalmente a su participación en la Primera Guerra Mundial, por considerarla un “enfrentamiento entre imperialistas”. Fue ella quien sentó las bases teóricas para la escisión de la Liga de los Espartaquistas (1918), transformada un año más tarde en Partido Comunista Alemán (KPD). Sus libros más conocidos, publicados en castellano, son Reforma o Revolución (1900), Huelga de masas, partido y sindicato (1906), La acumulación del Capital (1913) y La Revolución Rusa (1918). Tomó parte en la frustrada revolución de 1919 en Berlín, aun cuando este levantamiento tuvo lugar en contra de sus consejos. Fue encarcelada y asesinada por la represión.