Más rápido que la vista
He sido acusado de un delito que merece la pena capital: he cometido Optimismo.
Ray Bradbury
Un hombre descubre sinfonías en los cantos de las aves; una pareja de ancianos compiten para asesinarse mutuamente; una típica familia que viaja por una típica autopista norteamericana descubre un misterioso camino lateral que encierra futuros diferentes; Laurel y Hardy vuelven del más allá para reclamar el cariño de su público; un amante de la literatura crea una máquina del tiempo para conocer a los escritores que siempre admiró. Estos son algunos de los universos desplegados por Ray Bradbury en Más rápido que la vista, veintiún cuentos que recorren todos los escalones entre la realidad cotidiana y la fantasía más luminosa, desde la claridad del mediodía hasta las tinieblas de la medianoche.
Siempre supe que algún día sería mago, dice Bradbury en el epílogo de este libro. Como un consumado prestidigitador, el autor de Crónicas marcianas cumple su promesa extrayendo de su imaginación historias atrapantes, algunas encantadoras como una sonrisa, otras profundas como un abismo; todas inolvidables.