Narraciones

¿Te ha ocurrido alguna vez, lector, sin saber por qué, sin que nada te hubiese preparado para ello, al entrar en tu casa o en tu lugar de trabajo, que una cosa, un objeto o, incluso, una persona de tu trato habitual se presente de una manera inédita, con una fuerza mayor que la que ordinariamente le concede la familiaridad, que la veas como si te en contrases con ella por primera vez?

Borges satisface, no porque resuelva un enigma, sino porque nos hace, imperceptiblemente, asimilar la idea de que en las cosas que normalmente realizo, en las gentes que trato, hay una dimensión misteriosa. Se trata de una satisfacción no por reducción a la realidad cotidiana, sino por una ampliación de la realidad cotidiana. Borges hace intuir la parte oculta de la realidad. La visión así ampliada es capaz de percibir lo que no está explícito, lo que no es aparente. Devuelve, pues, la capacidad de ver el mundo como algo inédito.