Siete surrealistas argentinos

Selección y prólogo: Javier Cofreces
Editorial: Leviatán
Páginas: 128
ISBN: 987-514-012-0
Género: Poesía
Disponible
$7000
Leído

En estas páginas puede encontrarse condensada pero claramente expuesta la experiencia surrealista asumida, hacia mediados del siglo XX, por algunos de los poetas argentinos de mayor valía.

Al caracterizar la renovación aportada por esta multifacética corriente, dentro del espacio hasta entonces más o menos delimitado de la poesía en nuestro país, dice Javier Cófreces, compilador de la antología, en su bien informada introducción: «Hay en sus poemas, una vocación asumida desde la imagen como instrumento disparador de nuevos planos de apertura. Hay una suerte de tesón inclaudicable que irradia signos renovados a través de la palabra. El surrealismo permite a los poetas valerse, primordialmente, de los poderes desbordantes del inconsciente y del amor y, por eso, del humor, el erotismo y el sueño, hasta demandar libertades a toda prueba, incorporando insospechados móviles para procurar la inervación de la palabra.»

La muestra incluye a Aldo Pellegrini —impulsor infatigable del surrealismo desde sus inicios en los años '20—, Carlos Latorre, Julio Llinás, Juan José Ceselli, Francisco Madariaga, Juan Antonio Vasco y Enrique Molina. Además de una detenida muestra poética de estos autores cuyos libros, en casi todos los casos, son inhallables en la actualidad, se incluyen su bibliografía completa y testimonios tomados de reportajes, ensayos y manifiestos.

Por primera vez reunidas en un solo volumen, estas escrituras de deslumbrante vitalidad reafirman la real condición exploratoria, así como la insurrección, de la verdadera poesía más allá de meras posturas estéticas. Como dice el propio Pellegrini en un texto citado en este libro: «El surrealismo, consciente de que todo sujeto se encuentra en el centro mismo de esa realidad total, busca en la inmersión en sí mismo la fuente de todo conocimiento. Y cuando retorna de su inmersión aparece con el único lenguaje que puede darle la idea de la totalidad de lo real: el lenguaje poético.»