Un día en la vida de Dios

La Creación ha sido recreada. Y el resultado es una novela desopilante, una historia en episodios enlazados por una hembra extraordinaria: Dios. Un texto cosmogónico contado con la emoción arcaica de los grandes relatos míticos. Una microfísica del poder en clave irónica. Una larga, sorprendente carcajada.

Una bola de energía con ojos y oídos abundantes asume la creación de un universo. Dios-un personaje adorable y, como todo dios, arbitraria- se corporizarará en diferentes hombres y mujeres para tratar de entender el mundo que ha inventado: en Egipto es un luchador tebano, en Palestina una esclava de Abraham, un médico en el Asia Menor, un espía romano enamorado, el confesor de Voltaire y tantos otros, hasta ser Otto Morgenstern, un judío alemán que emigra a América en una misión secreta...

Polifónica, lúdica y política, la novela pone en jaque la narrativa histórica tradicional y exhibe no sólo las diferentes civilizaciones y tiempos sino el origen del lenguaje y del mundo. Su triple herencia -la teología, la historia y la ciencia-ficción-, su travestismo sexual y su ruptura con las grandes narrativas totalizadoras hacen de Un día en la vida de Dios un texto sin precedentes: una forma nueva de pensar el romance de los hombres con sus dioses.