El banquete de Severo Arcángelo
Alguna vez Marechal confesó que «El banquete de Severo Arcángelo» era una historia dirigida no a los niños en tránsito hacia el hombre, sino a los hombres en tránsito hacia el niño: un libro que propone «una salida» del laberinto de la existencia, enmascarado en los cánones casi mágicos de la novela de aventuras.
Lisandro Farías es el relator de los preparativos y entretelones de un banquete pantagruélico, organizado por un maquiavélico anfitrión sin escrúpulos. El número de invitados, el lugar geográfico donde sucederá, las infinitas peripecias de organizadores y aspirantes a convidados son tan enigmáticas que hacen de ese banquete un rito digno de una secta iniciática, donde se mezclan elementos de la alquimia, la Cábala, el esoterismo y el cristianismo místico con un humorismo angélico e irresistible.
En suma, «El banquete de Severo Arcángelo» es un camino hacia la verdad poblado de marchas y contramarchas, por momentos lírico, por momentos hilarante o terrorífico, pero siempre imbuido de la fascinante concepción de la naturaleza humana que hizo de Marechal uno de los protagonistas fundamentales de la literatura argentina.