Deshoras

¿Qué pasa cuando los extremos de la realidad parecen perder sus patrones de dimensión? ¿Qué ocurre en nuestras vidas con las coincidencias, las simetrías veladas, los anacronismos? Deshoras no ofrece una respuesta sino algo más bello y decisivo: relatos que registran cómo aventurarse en lo cotidiano abismal, en esas zonas enrarecidas u ocultas que sólo el arte ilumina.

El talento de Julio Cortázar sigue admirándonos y produciendo placer. Cualquier elogio resulta insuficiente: el autor de Deshoras exige que olvidemos rápidamente el género obligatorio de las contratapas y nos internemos ya en estas ficciones. Entre los rigores de la geometría y los juegos de la realidad, Cortázar inventó un instrumento muy humano al que le es dado concentrar imaginación y experiencia en narraciones ajenas por completo al recetario y a la fórmula.