El existencialismo es un humanismo

En este libro se registra el debate, ya célebre y clásico, que Jean-Paul Sartre mantuvo respecto de las objeciones que diversos sectores de opinión formularon en determinado momento a su actitud filosófica. En el curso del tiempo el interés de las respuestas que Sartre da a la crítica marxista y la crítica católica no ha hecho sino acrecentarse. El existencialismo es un humanismo constituye en cierto modo la clave de toda la obra sartreana, puesto que se ha mantenido fiel a los lineamientos trazados en ella, a pesar de las oscilaciones y cambios que han sufrido su posición personal y sus declaraciones políticas. Por consiguiente, tanto los admiradores de Sartre como los estudiosos de la filosofía contemporánea y, en general, el hombre profundamente interesado en los problemas de nuestro tiempo encontrarán en este libro una fuenta de inagotable interés.

La vigencia de las propuestas sartreanas (su definición del hombre como un hacerse continuo, su vehemente afirmación de la elección personal como compromiso que abarca a la humanidad entera, su negativa de que la angustia conduzca al quietismo) no sólo permanece incólume, sino que se revela de fundamental importancia para enfocar las vicisitudes del mundo actual. Nuestro existencialismo es un humanismo, concluye Sartre, "porque recordamos al hombre que no hay otro legislador que él mismo... y porque mostramos que no es volviendo hacia sí mismo, sino buscando fuera de si un fin que es tal o cual liberación, tal o cual realización particular, como el hombre se realizará precisamente en cuanto a humano".